Un muro contra los prejuicios

agosto 19, 2015 por matteryu

#BruselasArcoiris. La asociación LGTBQI Rainbowhouse y el Ayuntamiento de Bruselas han inaugurado en mayo de 2015, en el marco de la campaña “Out in the street!”, una galería de murales sobre diversidad afectivo-sexual en Rue de Chaufferette/Lollepot Straat, un callejón del centro histórico de la ciudad.

11 de ellos han sido realizados por la artista Fotini Tikkou e intentan de-construir prejuicios internos y externos a la comunidad LGTBQI, afirmando con historias de vida y preguntas la libertad de expresión de la propia identidad.

Soy intersexual. ¿Por si a caso sabes qué significa?

Porque el amor no ve: 1. color, 2. edad, 3. género, 4. todo el resto.

¡Espero que te des cuenta que lo que ves en el porno no es la realidad del sexo lésbico! Son sólo chicas que tienen sexo de la manera como querrían los hombres…

¡Hola! Soy VIH+. No me ves. ¿Quizás porque no quieres? Déjame que te cuentes: vivo mi vida con plenitud; quiero a mi chico; tengo mis planes como cualquier otra persona; me siento libre y, NO, no estás expuesto dándome la mano o compartiendo mi vaso de agua; o hablándome; o mirándome a los ojos. Pero, como soy invisible para ti, todavía es duro de entender.

Si un niño adoptado por una pareja gay tiene más posibilidades de ser gay, entonces ¿por qué la mayoría de las personas gays vienen de “familias heteros»?

¿Qué quieres decir exactamente con “Por qué no puedes ser sólo gay”?

¡NO soy gay! Sólo ha pasado que he tenido relaciones sexuales con hombres.

¿Por qué esto está considerado atractivo, aunque dos chicos haciendo exactamente lo mismo está considerado molesto?

El hecho que yo sea transgénero no te da automáticamente el derecho de preguntarme sobre mis genitales.

¡Hola! No me conoces. No me ves. Vengo de un país lejano y me gustan las mujeres. Estoy orgullosa de lo que soy. Pero no estoy lista para compartir mi identidad contigo… En mi país de origen no es fácil ser lesbiana. Actualmente se va a la cárcel por ser visible. Entonces, ¿“salir del armario”? No sé… Quizás, un día…